17 jun 2007
Capitulo Siete – Una vida libre de vacas
Cuando matas tus vacas aceptas la totalidad de la responsabilidad por tu éxito. Te conviertes en arquitecto de tu propio destino.Querer triunfar, tener buenas intenciones y contar con grandes sueños, por si solo no te conducirá al éxito. Por cada gran idea o invención que terminó por cambiar la historia de la humanidad, han habido miles de ideas que nunca se materializaron, porque aquellos que las concibieron y quizás desarrollaron un plan para su logro, nunca pusieron ese plan en movimiento. Esa fue su vaca: La falta de acción.Así que echa a rodar tus planes. No te pares a pensar en todos los problemas que puedan surgir. Muchas personas planean y ensayan su propio fracaso al malgastar una gran cantidad de tiempo anticipando lo peor. Los grandes triunfadores aceptan los riesgos que generalmente acompañan la búsqueda del éxito. Esa valentía, ese arranque, ese entendimiento de que todo gran sueño demanda acción inmediata, es lo que distingue al ganador del perdedor.En el juego de la vida o eres jugador o eres espectador. Los triunfadores son más que simples participantes, ellos están totalmente comprometidos con sus objetivos. Ellos no buscan excusas, ya que saben que sus amigos no las necesitan y sus enemigos no las creerán de todas maneras. Cualquiera que sea tu vaca, existe una forma de matarla: La acción.No permitas que la vida te pase de largo, libérate de tus vacas y cuídate de no engrosar las filas de aquellos que en la postrimería de sus vidas solo pueden recordar con remordimiento y tristeza todas las oportunidades perdidas.Encara todo nuevo reto; desafía las normas convencionales; rompe las reglas del juego. Las preocupaciones, los temores, los miedos, y las dudas no son mas que vacas que tratan de robarte tus sueños y mantenerte atado a una vida de mediocridad.Te invito a que aceptes el reto de vivir una vida libre de vacas, una vida donde todo sueño es posible y los únicos límites son aquellos que tú mismo impongas.Acepta este reto y te aseguro que muy pronto tú y yo nos veremos en la cumbre del éxito.
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